Gente que Cuenta

Nobel esperanza, por Áxel Capriles M.

Maria Corina Machado Atril press
“… en el caso de María Corina esa persistencia va acompañada de otros valores que son, por lo general, escasos en el mundo político: la rectitud, la consistencia y la fidelidad a las propias ideas…”
Fuente: cuenta de IG de MCM

La alegría contagiosa y generalizada que produjo la noticia de que María Corina Machado había sido seleccionada para recibir el Premio Nobel de la Paz 2025 fue un galardón adicional para la líder política venezolana, un homenaje emocional que no sólo reconoce los méritos del camino recorrido, sino que abre el futuro al renovar las esperanzas de un pueblo por demasiados años golpeado. Si bien todos los premios nóbeles destacan personas o instituciones que han hecho contribuciones notables a la humanidad, el premio nobel de la paz es el que mayor repercusión social y política tiene. A diferencia de los otros premios, como el de química, física o economía, que destacan talentos y habilidades cognitivas, el premio nóbel de la paz apunta a algo más completo porque recoge rasgos y virtudes que hacen posible la humanidad y la vida en común.

Muchos de los comentarios publicados en las redes sociales desde que se conoció la noticia, hablan de que el premio es también un reconocimiento a la persistencia. Y en el caso de María Corina esa persistencia va acompañada de otros valores que son, por lo general, escasos en el mundo político: la rectitud, la consistencia y la fidelidad a las propias ideas. Cuando surgió Vente Venezuela, la mayoría política afirmaba con rotundidad que las ideas liberales y la defensa del capitalismo nunca tendrían acogida en la sociedad venezolana. Acusaban, por demás, a María Corina de ser una “sifrina”, una pija, una niña rica sin calado en las masas populares. Fiel a sus creencias y principios, María Corina continuó su camino demostrando que, contrario a lo que decían de ella, su personalidad y propuesta tenían más aceptación en los barrios populares que en las clases acomodadas, acostumbradas a la complacencia de la social democracia. En muchos momentos prefirió permanecer sola y caminar a contra corriente que doblegarse para conciliar con la retórica socialista y los chantajes del poder.

Haber mantenido el rumbo firme, consistente, haber urdido toda su estrategia política a partir de la libertad y a través del método democrático como únicos garantes para el logro de la paz social a largo plazo, fue lo que le permitió que después del desgaste de tantos políticos de la oposición, ella surgiera como el factor de unión de todo el pueblo venezolano. El otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado es, sin duda, como ella misma expresó, “una inyección de energía” para la recuperación de la democracia en Venezuela. Esperamos, creemos, que es un hito que marca un fin de ciclo, la conclusión de una etapa histórica dominada por el odio y el resentimiento, y el comienzo de un nuevo período que hará posible la reunión y la paz.

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Axel Capriles Ensayista, psicólogo y economista, es ante todo un crítico de la cultura. Diplomado por el C.G. Jung de Zúrich, su último libro es 'Erotismo, vanidad, codicia y poder. Las pasiones en la vida contemporánea', publicado por Turner.

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