Gente que Cuenta

Italianos en Venezuela,
por Soledad Morillo Belloso

Inmigrantes Atril press 1
“Trajeron oficio: manos que sabían hacer zapatos, mosaicos, muebles..”
Fuente: https://noticias24venezuela.net/

¡Ah, los italianos! Llegaron con recetas en el bolsillo, fotos de la nonna y una terquedad que ni el calor de La Guaira derritió. No vinieron a probar suerte: vinieron a quedarse, como quien planta albahaca y dice “Aquí me quedo”.

Trajeron comida con alma: espagueti con cuentos, pizza que se volvió criolla, pan que huele a domingo y quesos que aquí mezclamos con guayaba y casabe. Porque en Venezuela todo se fusiona, todo se vuelve fiesta.

Pero no solo trajeron sabores. Trajeron oficio: manos que sabían hacer zapatos, mosaicos, muebles. Fundaron negocios con nombres de novela: “La Bella Napoli”, “Pastelería Sicilia”. Y sus hijos, ya diciendo “chévere” con acento ítalo-criollo, siguen el legado. Porque el italiano sin proyecto no existe: si no construye, sueña con construir.

Nos enseñaron a celebrar con máscaras, vino en cestas y canciones dramáticas. Nos regalaron cine, teatro, ópera. Y refranes que se mezclaron con los nuestros, como quien hace arepas con harina de trigo y a las de maíz las rellena con pecorino.

En las ciudades dejaron huella: fachadas con arcos, patios con mosaicos, fuentes con loros y matas de mango. Fundaron clubes donde se juega dominó con acento italiano y se baila merengue con vino tinto.

Y los apellidos… Di Stefano, Boccanera, Mancini. Hoy se pronuncian con sabor a papelón. Se multiplicaron como panettone en diciembre. Somos mezcla de casabe con carpaccio, de joropo con tarantela.

Nos trajeron música como quien trae semillas. Y florecieron: Adamo, Mina, Modugno, Cinquetti, Di Bari, Carrá, Cocciante, Ramazzotti, Pausini. Y nuestros ítalo-venezolanos de oro: Franco De Vita, Yordano. Poetas del asfalto, músicos del alma nacional.

Todos tenemos amigos italianos. Muchos se casaron con venezolanos. Y así, entre criollos y tanos, se tejió una historia compartida. Una historia que huele a salsa di pomodoro, suena a acordeón y sabe a hogar.

Los italianos no solo llegaron. Se volvieron parte de Venezuela. Y nosotros, encantados, les hicimos un huequito en el alma. Non è possibile imaginar este país sin ellos.

 

Captura de Tela 2021 09 03 às 16.41.56
Soledad Morillo Belloso Escritora, novelista, cuentista, ensayista, periodista, articulista. soledadmorillobelloso@gmail.com @solmorillob
17

Compartir en

    ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!