Gente que Cuenta

Succión ejecutiva,
por Alfredo Behrens

Octopus Atril press
Pulpo, detalle de un mosaico romano en la Casa del fauno danzante, Pompeya, circa 100 a. C.
Fuente: https://commons.wikimedia.org/

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        El aire en la sala de reuniones, normalmente espeso de ambición, se volvió fluido. Pedro Silva, un hombre joven cuya trayectoria profesional había sido un arco perfectamente trazado, sintió una rigidez peculiar en su corbata. Carraspeó para presentar las proyecciones del tercer trimestre, pero el sonido estaba… mal, salió como un chorro de agua fluyendo de su boca.

Sus colegas, un tableau de trajes pulidos y expresiones plácidas, continuaron sus murmullos. El Sr. Ferreira ajustó los lentes, la Sra. Seabra garabateó anotaciones. Nadie parecía notar el cambio sutil en la postura de Pedro, cuya columna vertebral se disolvía. No parecían percibir las protuberancias esféricas de células epiteliales que crecían y se alargaban desde su esternón, o el brillo tenue e iridiscente de su brazo aceptando las fibras musculares radiales, meridionales y circunferenciales que formarían las ventosas.

Una ola de náusea, fría y alienígena, invadió a Pedro. Los números en la pantalla de proyección se nublaron, luego se fusionaron en un patrón intrincado e ilegible. Sus pensamientos, normalmente nítidos y lineales, se fragmentaron en un caos de murmullos líquidos. Trató de hablar, explicar esta incomodidad súbita y profunda, pero su lengua parecía hinchada, insubordinada, y las palabras que se formaban en su mente pertenecían a lenguas desconocidas, parecían más bien una serie de gorgoteos.

Miró sus manos. La piel, antes lisa, estaba ahora segmentada, un mosaico de infundíbulos y acetábulos suaves, ventosas de las cuales ahora dependía para sostener su pluma chupándola. Un temblor tenue lo recorrió, no de miedo, sino de un impulso instintivo y perturbador de esconderse, desaparecer por cualquier grieta, lo que ahora le parecía posible. La reunión continuó, ajena. Pedro Silva, el ejecutivo prometedor, había dejado de sentirse incómodo; se estaba metamorfoseando en algo completamente diferente, una criatura silenciosa e hidrostática en un mundo que había dejado de reconocer su humanidad. La diapositiva final, “Camino hacia el Crecimiento”, permaneció en la pantalla, una broma cruel, mientras él se escurría por la grieta debajo de la puerta, como un pulpo.

Alfredo Behrens Atril press
Alfredo Behrens es PhD por la Universidad de Cambridge, ha sido profesor de Liderazgo para grandes escuelas de negocios y publicó o fue premiado por las universidades de Harvard, Princeton y Stanford. Tiene cuatro hijas, y con su mujer Luli Delgado vive en Oporto, Portugal, desde 2018. Algunos de sus libros pueden ser comprados a través de Amazon.
alfredobehrens@gmail.com


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