Te cuento que…
por Suzan Matteo
Ocurrió un día como hoy.
No era domingo sino Viernes Santo aquel 14 de abril de 1865 y a las 20:30 horas, Abraham Lincoln se presentó sin mucho entusiasmo y discretamente en el Teatro Ford de Washington, acompañado de su esposa y sin escolta, portando en los bolsillos de su abrigo un tesoro peculiar: un pulidor de lentes, dos pares de gafas, un pañuelo de lino, un reloj de cadena, nueve recortes de periódicos, una navaja de marfil, una cartera de cuero y un billete de cinco dólares. La función teatral fue momentáneamente interrumpida por el gesto espontáneo del público al ponerse de pie para aplaudir al presidente de los Estados Unidos.
La noche anterior, Jueves Santo, Lincoln había sido perturbado por un sueño en el que estaba a la deriva en un río, en una barca que se había comenza...