Una parrilla especial,
por Rubén Azócar
ler em portuguêsread it in English Tuve la dicha, la suerte y el placer de estudiar en el Colegio San Ignacio de Loyola en Caracas. No solo eso, sino también ser miembro de la Banda del Colegio. Esta institución tenía una estructura casi militar y, al final de cada curso, teníamos el acto de ascensos y condecoraciones.Corría el año 1981 y llegó el día del acto. Todos mis compañeros de curso, excepto yo, recibieron alguna condecoración o fueron ascendidos, o ambas cosas. Creo que pasé por todas las etapas de duelo, pero terminé aceptando que tal vez no había tenido el mejor desempeño ni dado lo mejor de mí.Entre las cosas que decidí mejorar estaban mis interacciones sociales con los demás miembros de la banda. Así que me acerqué a nuestro nuevo y flamante jefe, Luis Dáger, y jovialment...