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Rafael Victorino Muñoz

Universo apócrifo,<br/> por Victorino Muñoz
152c, Rafael Victorino Muñoz

Universo apócrifo,
por Victorino Muñoz

Para que los que no lo saben, apócrifo o apócrifa, referido a una obra, especialmente literaria, quiere decir que es “de dudosa autenticidad en cuanto al contenido o a la atribución”, según lo señala el diccionario de la Real Academia Española. Pienso que los que no lo saben deberían saberlo, dada la gran cantidad de apócrifos que abundan en estos tiempos: cartas que García Márquez nunca escribió antes de morir, poemas en los que Borges dice lo que haría si volviera a nacer, millones de citas de El principito (un libro que apenas llega a las 50 páginas), circulan sin parar por las redes. Hay gente que pregunta cómo sé que esos textos son falsos o que no fueron escritos por aquellos a los que se les atribuye. Pues, muy sencillo: porque yo sí leo, dejando la modestia muy lejos y muy ap...
La soledad del escritor,<br/> por Victorino Muñoz
151d, Rafael Victorino Muñoz

La soledad del escritor,
por Victorino Muñoz

Estaba presentando mi quinto libro, publicado (al fin) por Monte Ávila Editores. Digo al fin porque el libro estuvo algo así como tres años en proceso de lectura en la referida editorial. Se trataba de unos relatos; estábamos en la feria del libro que todos los años organiza la Universidad de Carabobo. La presentación estaba pautada para las 4:00 pm. Eran las 5:15 pm y en la sala seguíamos el presentador- mi amigo Francisco Ardiles- y yo, solos. A esta soledad contribuían la hora temprana (aún todos los que podían venir, incluida mi pareja, debían estar en sus trabajos) y el hecho de que estas cosas en realidad importan a pocos. También al lado había otra actividad: una conferencia dictada por un charlatán de la nueva era, que mezcla la autoayuda con los tópicos gerenciales y publica en...
150 atriles para una partitura,<br/> por Victorino Muñoz
150d, Rafael Victorino Muñoz

150 atriles para una partitura,
por Victorino Muñoz

Hace años, cuando estábamos tratando de hacerle resucitación cardio pulmonar a una revista que agonizaba, un amigo se burlaba diciendo que debíamos ponerle en el cabezal “año 10, número dos”.Aunque suene amarga la broma, eso da una idea del notable esfuerzo que supone mantener constancia en una publicación. No son pocas las ocasiones en que se logra sacar el primer ejemplar; pero luego queda allí la cosa, aumentando de manera alarmante las tasas de mortalidad infantil de las publicaciones periódicas.¿Cuánto esfuerzo y cuánto mérito supone, entonces, alcanzar la legendaria cifra de 150 ediciones? Es lo que estamos logrando hoy con esta entrega de Atril: la gente que cuenta ya tiene una buena cuenta de números en su haber. La verdad me quedo sorprendido pero estupefacto, como dice un viejo c...
¿Para qué tantos libros?,<br/> por Victorino Muñoz
149c, Rafael Victorino Muñoz

¿Para qué tantos libros?,
por Victorino Muñoz

Para quien no está familiarizado con el asunto, para quien no tiene en su casa una biblioteca personal, el ver y tener una buena cantidad de libros no produce más que desconcierto, ese mismo desconcierto que a tantas personas, cuando visitan mi casa, los lleva a exclamar: tú sí tienes libros, ¿para qué tantos?, ¿te los leíste todos?, te vas a volver loco leyendo, ¿piensas seguir comprando?, entre otras ingeniosidades. Aparte de la clásica respuesta, que no todos los libros son para leer, sino que algunos son para consultar, confieso que este y este y aquel de más allá y estos otros también que acabo de comprar, no los he leído. Esto los deja nuevamente perplejos: por qué compré más si hay varios que no he leído, por qué los acumulo. El asunto es sencillo, tiene que ver con la oferta, la...
Las malas hierbas,<br/>  por Victorino Muñoz
148c, Rafael Victorino Muñoz

Las malas hierbas,
por Victorino Muñoz

En una de las novelas de Milan Kundera, el personaje principal, apodado el poeta, tuvo como su primera frase de cabecera: La vida es una mala hierba. Aunque el autor no se preocupa por darle una interpretación muy precisa, según las acciones que tienen lugar en la historia, tal vez sea cierto.Sí. La vida es como una mala hierba. Pese a lo que podría pensarse, esto es un elogio; y es que tenemos que desagraviar a las malas hierbas, ya que no son tales, sino tal vez todo lo contrario.Para empezar, debemos quitarnos la idea de que hay un conjunto de plantas que deben ser llamadas por este nombre. Es decir, eso que denominamos malas hierbas constituyen una gran diversidad de especies, muchas de las cuales no tienen relación de parentesco entre sí, no son familia.Lo que sucede es que, en esa fo...
El controversial OJ,<br/> por Victorino Muñoz
147b, Rafael Victorino Muñoz

El controversial OJ,
por Victorino Muñoz

Ha fallecido Orenthal James Simpson, mejor conocido como OJ. Fue una superestrella del fútbol americano, que se hizo mundialmente famoso por su desempeño en el deporte y por otras razones no tan meritorias, de las que hablaremos acá. Para quien no lo sabe, en fútbol (soccer) y fútbol americano, se necesita lo que se conoce como fuerza explosiva. Es lo que permite a los jugadores y corredores de velocidad, entre otros, desarrollar toda la potencia posible en un intervalo corto de tiempo, al igual que esos vehículos que pasan de cero a 100 en cuestión de segundos. Ahora bien, en muchos de estos deportistas, también dichas explosiones se evidencian en el carácter. Y por ello no es OJ Simpson el único en el que la violencia pasa a ser la protagonista, dejando el deporte en un segundo pla...
Mi encuentro con Garmendia,<br/> por Victorino Muñoz
146c, Rafael Victorino Muñoz

Mi encuentro con Garmendia,
por Victorino Muñoz

He conocido algunos escritores importantes de Venezuela, de los que aparecen en la historia de la literatura. A Garmendia me lo encontré en el pasillo de la feria del libro de Caracas, no recuerdo el año (pudo haber sido entre 1995 o 1997, quizás). En esa época la hacían en la zona rental de la Plaza Venezuela. Él me saludó, creyendo reconocerme. Yo, a falta de otro apelativo, le dije:- ¿Cómo está, profesor?Él se sintió con confianza para confesar su preocupación y su apuro:- Bien. Chico, tengo que presentar ahorita este libro y no lo he leído. ¿Tú conoces a este autor?Casualmente se trataba de uno de los amigos con los que iba a encontrarme esa noche allí en la feria, para tertuliar un poco: un joven narrador (joven para la fecha), que formaba parte de una generación que parecía estar eme...
¿De verdad te pasó eso?,<br/> por Victorino Muñoz
145b, Rafael Victorino Muñoz

¿De verdad te pasó eso?,
por Victorino Muñoz

No han sido pocas las veces que alguien, al leer alguno de mis relatos, me ha preguntado si de verdad me sucedió a mí eso que estoy contando. Lo preguntan como con cierta vehemencia, como si de ello dependiera la aceptación definitiva de que les agradó, como si el juicio favorable estuviera en suspenso hasta aclarar si todo aquello es verdadero.(Recientemente me plantearon otra interrogante, más intensa y más graciosa acaso; me preguntaron si no me daba algo de vergüenza o temor exponer así, a la luz pública, situaciones más bien íntimas).De una manera u otra he tratado de responder queriendo pasar por una persona que tiene ideas elevadas (es duro esto de ser o parecer intelectual: siempre se tiene que dar una respuesta digna de un hombre de talento e ingenio, como decía de sí mismo aquel ...
Mundo de papel,<br/> por Victorino Muñoz
144b, Rafael Victorino Muñoz

Mundo de papel,
por Victorino Muñoz

…mirando con lentes aquel certificado que prueba que nació muy pequeñito. César Vallejo Días atrás tocaba renovar el documento de identidad. Debía llevar la partida de nacimiento; pero como no quería hacer un trámite adicional, y pensé que habría una copia de este último documento por ahí, me puse a revisar un montón de papeles viejos que tenía en un armario. Resulta que hasta encontré los diplomas de excelencia de la primaria. Son cosas que uno guarda porque no se pueden botar. Y porque no se sabe si el día de mañana alguien te dice que lo necesitas para un trámite. Pero, claro que nos engañamos en algunos casos, en muchos diría yo, archivando estos y otros papeles. En tal caso, nada más prefiero tener mi nombre en libros impresos por las grandes editoriales, antes que en todo...
Posesión textual,<br/> por Victorino Muñoz
143c, Rafael Victorino Muñoz

Posesión textual,
por Victorino Muñoz

Cuando yo era un adolescente inexperto, y aún no aprendiz de escritor, tuve la oportunidad de leer una novela sobre un joven, otro adolescente inexperto, aprendiz de escritor, que quería- hoy ya puedo reconstruir la frase completa- ser sublime sin interrupción.A esa edad, me excuso hoy, no me importaban mucho los títulos de los libros, ni los nombres de los autores; sé que me lo prestaron, lo leí rápidamente y lo devolví, más preocupado por el hecho de que me prestarían otros que por el placer en sí.Y de todos los que leí en mi primera época verdaderamente feliz de mi vida como lector, ese fue precisamente el que más indeleble se presentaba en la memoria. Nunca quise preguntar a nadie, por el temor de que resultara ser literatura no muy seria aquella que veneraba tanto mi memoria.Pero en e...
Dios salve al rey,<br>por Victorino Muñoz
142c, Rafael Victorino Muñoz

Dios salve al rey,
por Victorino Muñoz

 No me cabe duda de que en el mundo del deporte se hace un uso abusivo de las estadísticas. A veces hasta inventan cosas tan enrevesadas como que un jugador anota más puntos cuando lleva las trencitas o usa coleta. Ganas de tener algo que decir, mientras transcurre el juego.Ahora, eso lo entiendo de deportes que son más lentos en el accionar, como el béisbol; o los que a veces caen en un bache y parece que no sucede nada, como en el fútbol. No obstante, en baloncesto no creo que haga falta esto, ya que es un deporte bastante dinámico.En fin, a lo que iba. Pese a que Shaquille O'Neal dijo en una ocasión que la única cifra que importa al final del juego es aquella que dice quién ganó, recientemente el deporte de los gigantes ha vuelto a ser noticia por una estadística.Se trata de LeBron Jame...
No hay tal lugar,<br/> por Victorino Muñoz
141c, Rafael Victorino Muñoz

No hay tal lugar,
por Victorino Muñoz

Desde que el mundo es mundo, no hay cabeza, por muy modesta que sea, incluso por conforme que sea, que no haya pensado alguna vez en su utopía personal. Cualquiera va y te dice lo que debe ser y lo que no, en ese su soñado estado de cosas, aun cuando no se lo estés preguntando (y normalmente no se los estamos preguntando).De esto, se infiere que esa creencia de que estamos en el mejor de los mundos posibles, o de verdad la sostienen muy pocos (tan pocos que nunca he llegado a conocer a alguien que no quiera cambiar algún detalle, por mínimo que sea), o solo se dice de la boca para afuera, cuando no podemos protestar porque no nos conviene, porque lo que nos desagrada, el trabajo o, más específicamente, el jefe, lo tenemos al frente, con los brazos en jarras y el entrecejo fruncido.En tales...