El Sabanero Porteño, por Victorino Muñoz
En los tiempos de mi infancia, cada tanto presentaban en Sábado Sensacional a un personaje al que apodaban el Sabanero Porteño. Se trataba de un señor mayor, algo pequeño, cuya mayor virtud consistía en hacer tocar, al ritmo de la música, unas maracas que tenía adosadas a las alpargatas.Yo, viendo que en casa había también un par de tales instrumentos, quise un día imitarlo. Pero no porque creyera que el del Sabanero Porteño fuera un gran arte, sino por todo lo contrario: me parecía que no era cosa del otro mundo. Así que tomé las maracas y como pude, con las mismas trenzas, las amarré a mis zapatos.Apenas al primer golpe se quebró, contra el piso, una de las maracas. Siempre he sido de sangre fría y no me paralizo de miedo ante el inminente peligro (en este caso el peligro era pensar en m...