Sorprendido pero estupefacto, por Victorino Muñoz
El hombre llega a la casa. Se encuentra a la esposa con otro en la cama. La mujer se cubre a medias con la sábana. Balbucea unas palabras:- Mi amor, yo entiendo si te encuentras sorprendido...El marido ahora cornudo replica:- ¿Sorprendido? Sorprendidos han quedados ustedes. Yo estoy estupefacto.Hay personas así, que parece que tuvieran siempre debajo del brazo el manual de corrección gramatical para toda ocasión y les preocupa más decir lo justo que hacer, actuar o incluso sentir. Lo peor es que muchas veces pierden y nos hacen perder el tiempo en o con discusiones bizantinas, por su manía de perfeccionismo semántico.Recuerdo cuando trabajé en la Universidad de Carabobo y luego en la Secretaría de Educación (de hecho, es algo que pasa en cualquier ente público o privado): se tornan larguís...