News That Matters

Rafael Victorino Muñoz

Excremento plástico, por Victorino Muñoz
103c, Rafael Victorino Muñoz

Excremento plástico, por Victorino Muñoz

Hace unos días iba en la bicicleta, atravesando un terreno que quedó baldío (y quién sabe si quedará siempre así) en lo que iba a ser una estación del metro. Una chica paseaba un perrito. El animalito hizo su gracia. La chica tomó una bolsita y metió la caca del perro. Y luego la arrojó en el monte. Fue peor, digo yo. Por lo menos allí, en esa tierra, el excremento del perro se habría degradado; pero la bolsa no lo hará, por lo menos no en el próximo medio siglo. Yo entiendo todo el asunto del ornato público, entiendo que las heces de los animales atraen moscas y enfermedades, y que para las personas con movilidad limitada pueden constituir un problema mayor. Pero, veamos el otro lado de la cuestión: se piensa que puede haber unos 800 millones de perros en el mundo. Y si el perro ...
Amistad pasajera, por Victorino Muñoz
100c, Rafael Victorino Muñoz

Amistad pasajera, por Victorino Muñoz

A todos nos ha pasado, alguna vez: ir en un autobús, de una ciudad a otra, y trabar una conversación con el compañero o compañera de asiento. Incluso yo, que no soy tan dado a socializar, lo he hecho. Aunque solo me ánimo a entablar tales diálogos de carretera cuando la persona hace algún comentario que considere inteligente. Y conste que soy bastante melindroso para calificar así a alguien o a una idea dicha por alguien. No está de más agregar que las frases como: “qué calor hace”, y otras variantes climatológicas no me entusiasman mucho. Menos aún las del tipo: “cómo es posible que...” Confieso que en ocasiones me he encontrado con personas bastante simpáticas. Y he descubierto lo que tal vez muchos sospechamos: que con las otras personas tenemos más cosas en común de lo que nos...
Un cafecito, por favor,<br/> por Victorino Muñoz
113b, Rafael Victorino Muñoz

Un cafecito, por favor,
por Victorino Muñoz

Desde el principio comienzo aclarando que soy tomador de café. Y aunque hay quienes dicen que esta infusión aromática también es una droga, yo difiero de esa visión. Tal vez sea adictivo y para algunas personas puede resultar dañino, pero no creo que cause el mismo impacto psicológico, familiar, social, en la salud y hasta en la economía, que tienen otras sustancias psicoactivas. Por ejemplo, quienes consumen drogas en cierto modo financian a los carteles que matan gente y que corrompen a los distintos estamentos de la administración pública en casi todos los países del mundo. No me dirán que eso pasa con el café. Hay quienes piensan que la solución sería legalizar la droga. En otro momento discutiré eso. Por ahora, les adelanto que el alcohol ya es legal, y sigue siendo tan pernicio...
Las hormigas del universo, por Victorino Muñoz
111b, Rafael Victorino Muñoz

Las hormigas del universo, por Victorino Muñoz

Al igual que hicieron muchos de ustedes, posiblemente, en mi infancia yo fui un gran observador de las hormigas. Sin embargo, tal observación era una mera excusa para ponerme a especular sobre diversos temas, más o menos trascendentales.Por ejemplo, pensaba en cómo nos verán las hormigas. ¿Sabrán que somos seres vivos o solo notarán algo así como una enorme sombra? ¿Pensarán que somos una nube que pasa o algún planeta o cuerpo celeste con una órbita cercana a sus hormigueros? ¿Percibirán nuestra voz como nosotros el trueno, o serán tan sordas como mucha gente lo es al ruido de fondo de las grandes ciudades?También me imaginaba qué pasaría si las hormigas construyeran telescopios y otros aparatos para escucharnos y observarnos. ¿Entenderán los gestos de nuestra cara? ¿Comprenderán el sentid...
Cruce de líneas, por Victorino Muñoz
108c, Rafael Victorino Muñoz

Cruce de líneas, por Victorino Muñoz

En algún momento de mi juventud, como tantos otros (quizás con excepción del que se inscribe en un seminario y va para cura), yo andaba medio extraviado, con más tendencia a la mala conducta que a la buena. Pero cuando cumplí los 18, parece que caí en cuenta de que si no enderezaba el rumbo, iba a parar a la Navas Spínola, como se le dice aquí a la comandancia de la policía; y ya no tenía el salvoconducto que significaba para esos tiempos el ser menor de edad. Sin embargo, no decidía qué hacer. Estaba entre la música y el deporte. Pero las decisiones en la vida parece que se toman solas; como cuando uno piensa en si quiere comer empanadas de pollo o carne, pero cuando va a comprar solo hay de queso. Así las cosas, iba yo una mañana caminando por el centro de la ciudad, creo que an...
La cantina del colegio, por Victorino Muñoz
102b, Rafael Victorino Muñoz

La cantina del colegio, por Victorino Muñoz

Hay gente que recuerda con cariño sus tiempos de escuela. Sus maestros, sus compañeros, etc. Yo no. No soy de ese grupo. Yo odiaba el colegio. Y no porque me fuera mal en los estudios. Al contrario, siempre fui del cuadro de honor.La verdadera culpable de todo es la cantina del colegio. Como se sabe, la cantina del colegio es ese lugar donde te venden algunas cosas de comer, golosinas, bebidas y demás, para que quien no llevó merienda, tenga cómo entretener el hambre hasta la hora de llegar a casa a almorzar o cenar, dependiendo del turno que sea.Pero, en mis tiempos (no sé si ahora es igual) nadie previó que una cantina y dos o tres personas no son suficientes para atender a todos aquellos locos gritando: “una malta, una empanada, un cachito, un tequeño, una chupeta, señora, ay...”En mi c...
Canción de cuna, por Victorino Muñoz
101b, Rafael Victorino Muñoz

Canción de cuna, por Victorino Muñoz

Las canciones infantiles para mí son un misterio. No solo se trata del sentido, si es que lo tienen, y no todas lo tienen, sino que lo que me pone a dudar aún más son las razones por las cuales las mismas se consideran apropiadas para público de corta edad.Veamos algunos ejemplos para poder explicar mejor mi idea. Está el caso de una que dice:El catire Pedro PanchoHa matado a su mujer,Porque no le dio dineroPara irse en el tren, tren, tren...¿Es apropiado que un crimen sea tema en una canción que los niños repiten en coro? Además, por lo que se expresa en la letra, se trata de un asesinato por motivos fútiles.Otro caso lo constituye la del compadre Pancho:Oiga, compadre Pancho, lo que me pasa le cuento a usted.Que la negrita del rancho con el pulpero ayer se me fue...Ay, mi compadre, si us...
¿Quién le teme a la IA?, por Victorino Muñoz
98c, Rafael Victorino Muñoz

¿Quién le teme a la IA?, por Victorino Muñoz

En el cine se suele presentar la IA como una amenaza, cuando toma conciencia de lo que es y percibe la verdad de la raza humana. De este modo, se convierte en un instrumento ciego de venganza, el cual resulta más aterrador por cuanto sus características más sobresalientes serían la absoluta falta de sentimientos y la implacable y terrible eficiencia para llevar a cabo su cometido.Este último punto me parece el más deleznable, a la hora de apuntalar el supuesto temor que deberíamos experimentar hacia la IA. Es decir, al considerar que la IA está lejos de ser infalible, no debería haber tal inquietud. Y es que dudo mucho que un ser imperfecto cree algo a prueba de errores.Las pruebas que se han efectuado hasta ahora demuestran que el ChatGPT tiene la petulancia de un adolescente con buena me...
La fiebre del araguaney, por Victorino Muñoz
96b, Rafael Victorino Muñoz

La fiebre del araguaney, por Victorino Muñoz

El valleincendia yerbas ásperasen medio de los ojosdeslumbradosen el amarillo solardel araguaney.Vicente GerbasiTodos los años, más o menos por estas fechas, uno puede ver un espectáculo, yo diría que un doble espectáculo. Se trata, por una parte, del emblemático árbol nacional: el araguaney. O debería decir los araguaneyes, porque son incontables los que se muestran en todo su esplendor, a lo largo de los caminos, avenidas, carreteras, plazas, parques, jardines y hasta montañas, engalanando el paisaje.El otro espectáculo son las personas que de pronto recuerdan, gracias a los araguaneyes en flor, que existen los árboles, que existen las plantas, y que son hermosos. Y entonces se vuelcan a las calles, armados de cámaras o de teléfonos con cámara, en una verdadera fiebre, que recuerda a la ...
La raya de la carretera, por Victorino Muñoz
93b, Rafael Victorino Muñoz

La raya de la carretera, por Victorino Muñoz

Al hombre lo contratan para trazar la raya de la carretera. El primer día pinta un buen tramo, como de 500 metros. El segundo día 200. Al tercero solo 100. El supervisor lo hace llamar, para indagar la causa de la drástica disminución en el rendimiento. Esta es la explicación que da el hombre:- Es que cada día me queda más lejos el bote de pintura.Algún gurú de la nueva gerencia culparía al encargado de la capacitación. Tal vez las instrucciones no fueron claras. No sabemos cómo termina la historia, si lo despidieron o contrataron a alguien más, o si el hombre entendió que debía rodar el bote de pintura mientras avanzaba en la tarea.Lo que sí sabemos es que hemos visto hasta el cansancio esta misma situación cuando hay algún nuevo decreto o ley, sea emanada de la autoridad municipal, del e...
El viaje que nunca fue, por Victorino Muñoz
92c, Rafael Victorino Muñoz

El viaje que nunca fue, por Victorino Muñoz

Nos levantamos esa mañana con la intención de planificar muy bien el viaje a la playa. Comenzamos por indagar acerca de las playas aptas. Ya saben, no vaya a ser cosa que uno se meta en un sitio contaminado.Luego, difícil decisión, evaluamos si era mejor ir solo a la costa o a algún cayo. A tales fines, revisamos varias cuentas de Instagram, cuánto era el costo por traslado, para cuántas personas, etc.Pero, estábamos olvidando algo importante: ¿quiénes podrían ir? Aunque, más aún, esto dependería de la fecha. Revisando en el calendario, y tomando en consideración actividades sociales pendientes, anotamos dos o tres fechas tentativas.Luego, vino la tarea de enviar mensajes para preguntar a familiares y conocidos si estarían interesados en acompañarnos a la playa o a algún cayo en tal o cual...
El primo Chucho, por Victorino Muñoz
89c, Rafael Victorino Muñoz

El primo Chucho, por Victorino Muñoz

- ¿Y el primo Chucho sabe de eso? Cuando se pregunta por su formación laboral o sus habilidades o destrezas, lo que siempre dicen es: - El primo Chucho le echa piernas al asunto. Es una respuesta incierta. No se sabe si estudió o tiene alguna experiencia en el área. Como sea, Chucho arrima el hombro a cualquier tarea y, mal que bien, resuelve la cuestión.  Podría estar peor, se dice, si nadie la hiciera. Lo hace un poco a medias, un poco a tontas y a locas a veces, porque el que no sabe, improvisa; y el que improvisa tiene mayor margen de error que aquel que va por caminos que conoce. Sin tener muchos talentos, Chucho se las arregla: canta si hace falta cantar, baila si se requiere, reparte puntapiés si de fútbol se trata, o codazos cuando es baloncesto. Y como pone corazón ...