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Luli Delgado

Los magos del tiempo – Luli Delgado
26a, Luli Delgado

Los magos del tiempo – Luli Delgado

La semana pasada vimos cómo funciona un equipo de producción durante el rodaje. De esta vez, como en un programa de concurso, giremos una rueda del tiempo y veamos en qué época se detiene: En el apogeo del imperio romano, Chicago en la época de la prohibición, la primera guerra, un viaje intergaláctico, la Tierra en el 3050, cualquier momento pasado, presente o futuro... cualquiera.... No hay límites. ¡El cine es capaz de reconstruirlo, o en el caso del futuro, de inventárselo! Vestuario, escenarios, modos de vivir, de hablar, de comer, objetos, costumbres, maneras de ser de cualquier situación. Ahora bien ¿Quiénes son los responsables? Pues el equipo de la dirección de arte, grupo más o menos extenso y especializado según el tamaño de la producción, magos de tiempo estrechamente ...
En ascuas – Luli Delgado
Luli Delgado, 30b

En ascuas – Luli Delgado

Exterior – patio de una cárcel – día La cámara abre a un patio enorme con un cadalso en el medio. Unos guardias avanzan acompañando al condenado hasta su destino. En el lado opuesto, una muchacha, sostenida por otros dos guardias, pide clemencia entre gritos y lágrimas. A pesar de intentarlo, no consigue soltarse para abrazar a su padre una última vez. Hay música de tensión y la escena continúa desarrollándose con varios planos que convierten el momento en un tiempo mucho más largo que el tiempo real. De repente, se oye la voz de un hombre que aparece agitando un documento en la mano: ¡¨detengan la ejecución, que el Rey le ha concedido el indulto”! El llanto de la muchacha ahora es de alegría, el condenado es liberado y el que trajo el indulto los abraza a ambos. Los d...
Vayan viendo, por Luli Delgado
107b, Luli Delgado

Vayan viendo, por Luli Delgado

Me parece que no podría contar la de películas que he visto en mi vida, pero ahora opto por hablarles de mis preferencias más recientes. Aunque soy declaradamente miedosa, le tengo muchísimo respeto a armas, violencia y crímenes de cualquier magnitud, me atraen mucho las series policiales. Siempre fui fanática a morir del llamado Film noir. Desde El Halcón Maltés hasta Chinatown o el mismo Roger Rabbit, este género me resulta fascinante. Eran tiempos en los que ir al cine era el gran programa del fin de semana, pero después no sé bien qué pasó. O me fui apoltronando, o vino la pandemia, pero el caso es que últimamente he pasado a disfrutar mucho las series policiales ofrecidas en streaming. A menudo se desarrollan en una ciudad pequeña, pacata y pacífica, donde de buenas a prim...
4.090.023, por Luli Delgado
Luli Delgado

4.090.023, por Luli Delgado

leer en español Na verdade, é o meu número de identidade, e vou dar a você de uma vez por todas para que eu mesmo possa acender a luz para o fantasma. É que quero falar com vocês sobre nossa TV infantil a respeito de uma matéria que li no El País que indica que, segundo pesquisas, a idade média dos telespectadores é de 60 anos. Fui saber um pouco mais por consciência e verifica-se que esta é a tendência em boa parte dos países deste lado do planeta. As redes, o YouTube, os canais de streaming têm levado isso à frente. Não acho que sejam notícias novas, mas me parece trazer algo que as gerações mais antigas provavelmente nunca saberão. Refiro-me ao mistério e à falta de informação com que vivemos. Quero dizer. El Zorro, digamos por exemplo, foi transmitido acho que todos os dia...
Crecer duele, por Luli Delgado
96b, Luli Delgado

Crecer duele, por Luli Delgado

Llevo varios días pensando en que somos muy injustos con la gente que envejece, vale decir, con nosotros mismos.Nos miramos con pena y no nos damos cuenta de que cada momento de vida en realidad forma parte del proceso evolutivo, que empieza con el parto y termina cuando nos morimos, y para el cual no hay excepción.La injusticia a la que me refiero es que no nos cansamos de aplaudir los esfuerzos de quien acaba de nacer, y en cambio apretamos la boca, por decir lo menos, con los esfuerzos de la gente que, como los aviones, inicia su descenso a tierra.“¿Viste qué belleza de rosquitas?”, se comenta la gente admirada del bebé a los pocos meses de vida. En cambio, nadie habla de qué bella la barriguita que le ha salido a quien pasa de los cuarenta.Lo mismo pasa con quien elogia los primeros pa...
Doña Señora, por Luli Delgado
90a, Luli Delgado

Doña Señora, por Luli Delgado

ler em portuguêsSe llamaba igual que yo, y creo que esa fue nuestra primera conexión.No creo haber conocido a nadie con su serenidad, ni su mesura, ni su cuidado con todos, y a pesar de ella misma haberme contado de sus batallas durante la crianza de sus hijos, me resultaba difícil imaginármela enérgica, brava, o por último sin su habitual sonrisa. Pero era lo que contaba, lo que yo oía, y lo que me hacía quererla y admirarla más.Su marido tenía un fusca, nombre brasileño para los VW, y viajaban ellos dos adelante, tres de los niños sentados atrás y el más pequeño de pie sobre un banquito. Esa fue apenas una de las muchas historias que le oí en las tardes de domingo. Otra que recuerdo es la de haber mandado a buscar un suéter a uno de sus hijos. El entonces niño regresó ansioso: “lo encont...
Despedida de soltera, por Luli Delgado
87c, Luli Delgado

Despedida de soltera, por Luli Delgado

Lo mismo si son tres, cuatro u ocho. Invitar amigos a cenar siempre es todo un proyecto.El señor de esta casa y yo ya tenemos las tareas definidas. Él se ocupa de la comida y yo de la mesa, porque lo contrario, sobre todo en mi caso, sería suicida.En fin, cada uno asume sus tareas. Poner la mesa es un ritual sagrado. Sacar cubiertos, limpiar las copas con alcohol, refrescar la memoria de cómo es que se doblan las servilletas, a lo que se agrega que no falten las velas, los pica picas para cuando llegue la visita, en la cocina los platos del postre junto con la bandejita del café esperando su turno. Todo preparado y en su santo lugar.Siempre es un placer, porque es muy rico eso de compartir la casa con amigos, sobre todo tomando en consideración que invariablemente el chef de esta casa se l...
Tipos como tú, por Luli Delgado
83b, Luli Delgado

Tipos como tú, por Luli Delgado

Download ler em portuguêsEs asunto de quién tira la primera piedra. Si no, fíjense en el #metoo de algún tiempo atrás y pregúntenle ahora a cualquier representante del género masculino si estaría dispuesto a verse envuelto en una situación relacionada con acoso sexual.Y resulta que por años esas cosas pasaban y nadie decía ni esta boca es mía. Ni las mujeres víctimas de asedio, ni las personas a su alrededor. Secretos a voces que costaron muchísimo dolor y poco castigo.Esta semana Shakira lanzó su BZRP Music Sessions #53, que ni nombre tiene y, cosa que parecía imposible, revoluciona al mundo con más de sesenta millones de visualizaciones, presentando el dolor mezclado con rabia de una mujer traicionada y la firme intención de superarlo. ¿El detalle de la historia? Da igual, por...
Caçar com gato, por Luli Delgado
Luli Delgado

Caçar com gato, por Luli Delgado

leer en español   Uma das expressões que aprendi durante meus anos no Brasil foi: “quem não tem cachorro caça com gato”. Desde a primeira vez que a ouvi, não só me pareceu engraçada, mas também muito representativa da idiossincrasia verde-amarela.E também acredito que uma das razões pelas quais me adaptei tão rápido e com tanto conforto a esse país foi porque, de alguma forma, os venezuelanos têm um jeito de ser semelhante: não nos petrificamos diante dos problemas, damos a volta por cima, e seguimos em frente.Mais tarde, frequentando ambientes mais sofisticados, descobri que esse jeito de ser se chama “capacidade de reinvenção”, que no fundo dá na mesma.Por exemplo, argumentar falta de dinheiro para não fazer algo, impensável! Você tem que encontrar uma maneira, que de alguma forma você p...
El primer día del año, por Luli Delgado
80b, Luli Delgado

El primer día del año, por Luli Delgado

Al primero de enero inevitablemente lo asocio al primer día de cada uno de mis grados de primaria.Siempre iba en la expectativa de que la clase me tocara con la mejor maestra, que, aunque nunca me hubiera tocado, todas iban precedidas de su fama.Inocente al fin, pensaba que ella no sabía quién era yo, pero hoy pienso que sí, que ellas hablaban entre ellas, y que no era posible llegar a un nuevo grado con la hoja enteramente en blanco.Así comenzaba el año, con olor a cuadernos nuevos, cajas de creyones muy afiladas, zapatos relucientes y gran entusiasmo.Transcurrido cierto tiempo, empezaba a torcérsele el rabo de la puerca, y llegaba el primer “la felicito, señorita”, una de las peores humillaciones de las que tengo memoria, sobre todo porque solía ser delante de toda la clase. En fin, el a...
Mi mamá me ama, por Luli Delgado
74b, Luli Delgado

Mi mamá me ama, por Luli Delgado

Recuerdo pocas cosas tan paralizantes como una pelada de ojos de mi mamá, o uno de sus pellizcos torcidos, que dolían horrores. Pero también tengo fija en mi memoria de los seis años a mi mamá meciéndome en la hamaca de la playa mientras surtían efecto las gotas para la otitis, o cuidando hasta del último detalle para que mi piñata de los Picapiedras fuera inolvidable. Eso era ella, así eran las mamás, y dándonos cuenta o no, eso terminamos siendo nosotras. A veces con nuestros propios hijos, con los sobrinos también. Como todas las mamás, la mía era todopoderosa: no había nada de lo que no fuera capaz de hacer, o que no supiera, o que no resolviera, y por eso recuerdo a la mamá de mi infancia como una diosa, y como tal dueña de amor a toda prueba y de iras divinas también. Más...
Tiempos extraños, por Luli Delgado
71b, Luli Delgado

Tiempos extraños, por Luli Delgado

Yo hace tiempo que no vivo en el trópico, y antes de mi salida diríamos que definitiva, ya había vivido varios años fuera, invariablemente en lugares de cuatro estaciones, más o menos marcadas, pero cuatro sin duda.Y resulta que a pesar de todo este tiempo, todavía me llama la atención, cuando veo en la calle a un bebecito embojotado en abrigos a quien su mamá pasea en su coche. ¡Tan chiquito y con ese frío!O a los señores mayores, imaginándolos la vida entera en este vaivén de estaciones. Pobrecitos.A nosotras nos ponían un suéter casi siempre más para tranquilidad de las mamás que por necesidad real, e invariablemente ya para la hora del recreo nos estábamos ahogando.El señor de esta casa, en cambio, me cuenta que, de niño, durante las épocas de frío en Montevideo, caminaba sobre grama c...