News That Matters

Luli Delgado

O conjunto da obra por Luli Delgado
Luli Delgado

O conjunto da obra por Luli Delgado

leer en español   Outro dia encontrei uma senhora na Instagram que disse: "um dia olhas-te ao espelho e dizes para ti mesmo: "estás ótima". Anos mais tarde olhas-te de novo para ti e depois dizes para ti mesmo: "estás ótima... tendo em conta a tua idade".Pode trazer lágrimas aos nossos olhos, seja por riso ou por choro, mas é um facto da vida que lidar com o choque de já não ser jovem e belo não é tarefa fácil. Para quase ninguém, atrever-me-ia a dizer.Claro que as reações variam, e há aqueles que se agarram com unhas e dentes aos últimos raios da juventude, e aqueles que a tomam com mais calma e aceitam mais humildemente a chegada dos anos e dos quilos, que normalmente vêm em conjunto.Estes seriam os dois polos desta realidade, embora se deva admitir que os exemplos quimicamente puros de ...
Esa gente, por Luli Delgado
86b, Luli Delgado

Esa gente, por Luli Delgado

Es una suerte de “Coco”, "Cuco" o "Bicho Papão" social, según el lugar donde suceda. No sabemos mucho quiénes son por fin, pero le tenemos muchísimo respeto.“Esa gente”, nos regula la vida mucho más de lo que queremos admitir, vamos a los ejemplos.“¿Qué va a decir esa gente?”, normalmente es motivo de vergüenza propia por algo que hicimos, o incluso hasta ajena, cuando no somos los protagonistas. Imbatible.¡Qué pena con esa gente¡, es otra de las variantes, generalmente utilizada a modo de comentario sobre algo con lo que no estamos de acuerdo. Normalmente es la frase final de una sesión de críticas.“Cumplimos con esa gente”, es otro ejemplo clásico. Equivale a la “misión cumplida” de otros ámbitos, y está cargada de la misma fuerza que si viniéramos de regreso de una operación de hombre c...
A mano, por Luli Delgado
84a, Luli Delgado

A mano, por Luli Delgado

Me acabo de enterar de la cantidad de beneficios que trae escribir a mano.Según veo, el papel y el lápiz, y escribir con ellos, claro, estimulan nuestra área motora, visual, racional y también la memoria.Ahí me pongo a pensar cuándo fue la última vez que escribí algo a mano y qué fue de la vida de aquella caligrafía Palmer que las monjas tanto se empeñaron en fomentar.Antes, por lo menos quedaban los cheques y las listas de mercado, bueno y a veces uno que otro teléfono. De verdad, es que trato de acordarme y no nada.A todas éstas, mi letra hoy en día es un verdadero bochorno, y de paso se me duerme la mano si tengo que escribir largo. O mejor, creo que se me durmió la última vez, que como ya decía, ni me acuerdo de cuándo fue.Por otro lado, presagios del cut and paste, recuerdo que escrib...
La comedia humana, por Luli Delgado
78b, Luli Delgado

La comedia humana, por Luli Delgado

ler em português Sábado en la noche. Una niñita llora a la entrada del supermercado. Le veo la cara a su papá, y me dice: "Es que ella vive con su mamá y últimamente se pone así"... Sigo a tomarme un café. La máquina se echó a perder. Las muchachas que atienden, me cuentan los reclamos de los clientes, "así como si la hubiéramos echado a perder nosotras ". En la mesita de atrás, un señor de unos setenta años habla, o más bien implora, por celular. "Se me ocurrió que podríamos vernos......yo sé que estás cuidando a tu mamá, pero si puedes, ¿por favor me llamas? Sigo. En sentido contrario viene una pareja con un niñito como de cuatro años, corriendo por el corredor de los fríos. La mamá, a modo de excusa: "Tiene la pila cargada a toda hora, y lo peor es que no sé dónde se apaga". E...
Adversidades y malas rachas, por Luli Delgado
59a, Luli Delgado

Adversidades y malas rachas, por Luli Delgado

Visto desde lejos, yo creo que los juegos de apuestas envician porque a fin de cuentas se parecen mucho a la vida. Y cuando pierdes, la diferencia es que en el juego se llama mala racha, y en la vida, adversidad.Es que la fuerza con la que quien apuesta cruza los dedos para que gane el cinco, debe ser muy parecida a la que cada uno de nosotros pone cuando cruzamos los nuestros para que: “no llueva”, “me llame”, “no sea nada”, “lo aprueben”, “no se note”, “pase rápido”, y por ahí sigue la lista.El que juega, va siempre al que le parece mejor, pero no sabe si el caballo rengo es el que va a terminar con el aro de flores y las fotos del triunfo. ¿Y en la vida no pasa algo parecido?Tratamos racionalmente de elegir lo que pensamos que más nos conviene y actuamos de la manera que sentimos que es...
El fondo del mar,<br/> por Luli Delgado
117c, Luli Delgado

El fondo del mar,
por Luli Delgado

Hace poco apareció en la BBC la noticia de que el equipo Seascape Alaska 5, una dependencia de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), había hallado a tres kilómetros de profundidad en las costas de Alaska un objeto de oro parecido a una piedra marina, pero que, según dijeron, no parece pertenecer a ninguno de los reinos conocidos.Tampoco era que lo anduvieran buscando, fue un hallazgo de la sonda que andaba rastreando el área mientras trataban de observar un volcán submarino extinto. El vehículo remoto logró succionarlo y traerlo a la superficie, y allí se dieron cuenta de que tenía una textura suave, parecida a la piel. La nota concluye diciendo que ahora un equipo de investigadores está realizando pruebas y análisis de ADN para determinar qué ...
Pilates,<br/> por Luli Delgado
114c, Luli Delgado

Pilates,
por Luli Delgado

Oxidados como el hombre de hojalata, resolvimos inscribirnos en pilates. Una sesión semanal, en teoría de 45 minutos, en la práctica, eterna.Aquello parece un gimnasio de entrenamiento olímpico: bicicletas de spinning, pesas, ligas de todo tipo, pelotas enormes, sillas de apariencia inocente, pero capaces de acabar con cualquiera. En fin. Nosotros no pasamos de la liga y la pelota agarrada con las rodillas, pero igual…En la sesión de hoy, el señor de esta casa llegó cansado y muerto de calor. Yo muerta de calor también, pero menos cansada, comenzamos agarrando una toalla por los extremos.“Estiren la toalla de lado y lado y cuenten hasta diez”-“¿Y cuándo podemos respirar?”-“Mientras estiran, claro…”-“Ah...”“Ahora con los brazos hacia atrás, hasta tocarse las alitas de la espalda”, sigue la ...
Pelucas, por Luli Delgado
111c, Luli Delgado

Pelucas, por Luli Delgado

Yo de la Barbie no tengo mayores recuerdos. Tuve varias y me acuerdo de los vestidos y zapaticos, que le sirvieron de juguete y merienda al perro de mi infancia. Pero gracias a la Barbie protagonicé a muy corta edad lo que más adelante me tocó estudiar en serio. Me refiero a la toma de decisiones.Me invitaron a una piñata y dos o tres días antes mi mamá se presentó con una caja enorme. Estaba todavía sin envolver, y tenía nada más ni nada menos que tres pelucas de la Barbie, de esas que parecían un gorro de baño y que se adaptaban perfecto a nuestras cabezas.¡Aquello era un tesoro! Le dije a mi mamá que yo las quería para mí, a lo que me respondió: “tú decides. Si vas a la piñata tienes que llevárselas de regalo a Fulanita. Si no, no vas a la piñata y te las quedas”.Demasiado para tan poca...
¿Te acuerdas?, por Luli Delgado
103b, Luli Delgado

¿Te acuerdas?, por Luli Delgado

Nos empezamos a acordar de cosas desde antes de que nos demos cuenta de que somos gente, y también sin que nos demos cuenta se nos comienza a evaporar lo que sabemos que sabemos, y entonces nos asusta, porque lo que ha estado ahí de toda la vida, de repente no está. -“¿Cómo era que se llamaba?” - “¡Sí!, aquel que era actor y ahora dirige películas…es que lo tengo en la punta de la lengua”. -“¿Clint Eastwood?” -“¡Ese mismo! A mí el nombre que me venía era Clinton, pero claro, yo sabía que ese no era”. Difícil es cuando la memoria te falla in situ, como por ejemplo cuando te encuentras con alguien y no te acuerdas cómo es que se llama, o llegas a la farmacia y se te borra el nombre del remedio que fuiste a buscar. O cuando esperas pacientemente a que alguien termine de hablar ...
Cachivaches, por Luli Delgado
102b, Luli Delgado

Cachivaches, por Luli Delgado

Parece que es desde y va a ser para siempre que aparezca quien invente inutilidades y quienes les hagamos el juego.Recuerdo en Cien años de soledad, cuando llegaron Melquíades y los gitanos a Macondo con el mismísimo hielo, imanes, dentaduras postizas, una máquina de pegar botones y bajar la fiebre, un jarabe para hacerse invisible, y por ahí sigue la lista.Y a su vez, las visitas de Melquíades me recordaban la de los conquistadores españoles, cuando traían espejitos y cuentas de colores a los indios, a cambio de pepitas de oro.En nuestros días, con su eterna cara de “yo no fui” y su aparente dificultad de comprensión, los chinos se han ido colando poco a poco por las ramas, y una y otra vez pasa que cuando nos venimos a enterar ya es demasiado tarde.Recuerdo cuando made in China era sinón...
Sabiduría en gotas, por Luli Delgado
101b, Luli Delgado

Sabiduría en gotas, por Luli Delgado

Antes, cuando ni imaginábamos la avalancha de tecnología que nos esperaba, en muchas oficinas había debajo de los vidrios de los escritorios estampitas decoradas cargadas de, diríamos, gotas de sabiduría. En su gran mayoría eran anónimas y llenas de lugares comunes, de manera que en poco tiempo pasaban a ser parte del decorado y más nadie les hacía caso. Con la red a disposición de todos, esos pensamientos sabios y contundentes, tipo “el dinero no hace la felicidad” fueron encontrando un espacio cada vez mayor, al que se siguieron las cadenas de oración, esas que si uno interrumpe le caen las siete plagas, las recolecciones de firmas (me tienen que creer: el otro día me llegó una para la detención de Putin), y a lo que vamos, la fulana sabiduría ahora con la firma de autores famosos,...
La cotorrita nerviosa, por Luli Delgado
97b, Luli Delgado

La cotorrita nerviosa, por Luli Delgado

ler em portuguêsDe Instagram saqué esta semana un video de una conversación entre una cotorrita y un perro.Antes de seguir leyendo, les pido que por favor lo vean.¿Ya? Es evidente que el discurso del pajarraco no fue improvisado. Cuando llegó a hablar con el perro ya tenía rato rumiándolo, y, como suele suceder, mientras más vueltas, más nervios.Después llega y arremete contra el perro y lo tupe con sus angustias, y el perro al principio le hace caso, pero después se aburre.La cotorrita trata de involucrarlo: “tú no cabes dentro de un gato”, pero sin mucho resultado. Por último el perro le da la espalda y la deja con su tragedia.Yo todavía me estoy riendo, pero es quizás porque la música me suena familiar.Veamos. La cantidad de monstruos que nos cabe en la cabeza es ilimitada, y cuando se ...