News That Matters

Leonor Henríquez

Tulipanes, por Leonor Henríquez
84b, Leonor Henríquez

Tulipanes, por Leonor Henríquez

Pensaba que era una especie en extinción.Me refiero a encontrar a alguien que sepa escuchar.En tiempos de dudosos liderazgos, de egocentrismo exacerbado, de satisfacción inmediata, de ruido, ese que nos aturde y ensordece, resulta inspirador conseguir un buen oyente.Tuve la suerte de toparme con uno.Conversamos sobre el tiempo, compartimos pan y vino. También hablamos sobre las flores, las lágrimas y otros misterios.Me escuchó con detenimiento. Sentí que las palabras fluían diáfanas y, para ambos, significaban lo mismo.El tiempo, una ilusión.El pan, tibio y recién horneado.El vino, soleado y fresco.Las flores, alegres.Las lágrimas, saladas.También compartimos silencios elocuentes, a veces no importan las palabras para entenderse.Esta conversación me ayudó a relajarme después de un largo vi...
El invierno, por Leonor Henríquez
76b, Leonor Henríquez

El invierno, por Leonor Henríquez

Se avecinan tiempos gélidos en mi ciudad.En mi tierra se dice ¡Llegó Pacheco! Pero esto es otra liga.Lo más calientico esta semana: -16°C.Es el invierno.El que viene a recordarme, cada año, la poesía del refugio.El gran poeta Baudelaire lo expresa magistralmente: “El invierno evocado es un refuerzo de la felicidad de habitar.” (Dicha Invernal)Después de más de dieciséis años viviendo en estas latitudes, he conquistado un cierto estado de clarividencia para no resistirme, ni quejarme, cuando bajan las temperaturas o arrecia la tempestad.El frio es un contratiempo menor y, al contrario, una oportunidad magnífica de mirar hacia dentro, como dijo Carl Jung en una de mis citas favoritas: “Quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia dentro, despierta.”En el invierno me visto para la estació...
El rugido, por Leonor Henríquez
72b, Leonor Henríquez

El rugido, por Leonor Henríquez

En esta época del año los osos se alborotan. Se están alimentando de bayas y preparándose para hibernar el largo invierno canadiense. Hay “bear warnings” en los parques nacionales y recomiendan andar siempre en grupo, hacer ruido y cargar “bearspray”, el cual creo que, en mi caso, mientras veo como se activa, pues me comió el oso. El hecho es que, en estos días salgo a caminar con mucha cautela. Pero esa tarde gloriosa salí sola, porque mi amiga no estaba disponible y en verdad es un parque muy concurrido y seguro. Como estoy paranoica, comencé a escuchar mini-rugidos a cada paso. Primero, un movimiento extraño en un árbol. Los osos saben trepar. Me detuve, pero no. Era una ardilla agitando las hojas del árbol con su alegre cola. Seguí caminando y escuché un movimiento sospechoso entre los...
Relojes viejos,<br/> por Leonor Henríquez
112b, Leonor Henríquez

Relojes viejos,
por Leonor Henríquez

read it in English     En el fondo de una caja polvorienta aparecieron cuatro relojes viejos. Cada uno con el tiempo detenido en una hora diferente.Este detalle de las horas suspendidas a su antojo me produjo un pequeño estremecimiento.En fin, sin darle más terreno a mi imaginación, me los probé de nuevo, todos muy bellos, así que decidí que, al día siguiente los llevaría a cambiarles la batería para poder lucirlos otra vez.Esa noche dormí plácidamente.Al día siguiente desperté con una sonrisa y con el aroma de un humeante y oloroso café reposando sobre mi mesa de noche.Me extrañé un poco, pero en ese estado entre sueño y vigilia, me dejé llevar por esa sensación de plenitud.Me levanté y cuando me miré al espejo casi me da un infarto. Era yo, sí, pero veinte años más joven.Estoy soñando, m...
Memoria táctil, por Leonor Henríquez
111b, Leonor Henríquez

Memoria táctil, por Leonor Henríquez

read it in EnglishCerré los ojos y dejé que los recuerdos acudieran a la punta de mis dedos.Por primera vez en muchos años, me di permiso para abrir una compuerta que había estado firmemente cerrada.La de la música.No sé de dónde surgió esa inspiración, quizás del viento, del río, del cielo.Fue como si un torrente de agua se soltara, súbitamente, sobre un cauce silencioso, árido y desierto.Mis manos comenzaron a moverse, recordando caricias, recorriendo caminos de marfil y ébano, bailando al ritmo de mi propia magia.Los años más felices de mi vida regresaron en maravillosas danzas y contradanzas, valses, dulzuras, seis por ochos.Dicen que la alegría recordada, no alegra.  A veces todo lo contrario y lo certifico realmente, pero esta vez me sentí autorizada para llenarme de nuevo con la ale...
My guests, by Leonor Henríquez
Leonor Henríquez

My guests, by Leonor Henríquez

leer en español   When I have guests over, I try to be a good hostess.That is, be mindful that they feel comfortable, that their drinks are always full, that the food is abundant and delicious.In short, let them feel at home and leave mine with a "full belly and a happy heart".I thought my life was bucolic and solitary, but suddenly I started to do the math and the truth is I get more visitors than I thought.My guests show up spontaneously, without much plan and I appreciate that. The truth is I am an enemy of excessive planning, I think that people's habit of controlling everything cancels out magic; one have to leave space,  for the magic to manifest.My most appreciated guests have the license to show up whenever they want and that's the charm.My mom taught me a “maxima” that I practice ...
Diálogo, por Leonor Henríquez
104b, Leonor Henríquez

Diálogo, por Leonor Henríquez

read it in EnglishNo se trata precisamente de un diálogo Socrático.Pero creo que sí cumple con el concepto fundamental de su metodología: establecer una conversación entre dos o más personas en la cual los participantes son forzados a actuar y pensar críticamente.En este vigoroso intercambio, los protagonistas se presentan en el terreno de juego dispuestos a servirnos sus mejores ideas en movimiento.Los argumentos deben ser ágiles y precisos.Sus intenciones deben llegar a rincones inaccesibles de la psique y del terreno.Los mejores contrincantes, juegan al desconcierto y, en el momento adecuado, sacan la carta del factor sorpresa.El caldeado intercambio produce emociones en los expositores.Duda, frustración y la más peligrosa, el triunfalismo.Como una vez le escuché decir a un fanático, no...
Entrelíneas, por Leonor Henríquez
100b, Leonor Henríquez

Entrelíneas, por Leonor Henríquez

read it in EnglishLeer entrelíneas es trabajo de eso que llaman el sexto sentido.Esa especie de clarividencia que permite inferir una intención velada, un sentido oculto, más allá de las palabras.Pero el domingo pasado, estuve no solo leyendo entrelíneas sino caminando entre ellas.Mi hijo me invitó a una feria de libros usados.Los libros se adueñaron del estadio deportivo (de Curling para más señas, no se puede ser más canadiense)Ahí estuvimos horas, caminando entre callejuelas de clásicos de la literatura universal, historia canadiense, poesía, autores contemporáneos. Encontramos una sección de libros de colección, donde apareció una edición antigua de un libro sobre Bolívar, por Emil Ludwig, encargado por el gobierno de Venezuela a este autor en 1938.En fin, una forma muy táctil de leer,...
Rain, by Leonor Henríquez
Leonor Henríquez

Rain, by Leonor Henríquez

leer en españolFirst, the silence.Shortly, the murmur of a breeze full of good omens.Scrub hands and arms.Then the rattle of the drops.Snap of fingersA drizzle, which in seconds turned into a downpour.Clapping and more frequent clicking.Finally, a storm with thunder and lightning.Click of heels on the wood of the auditorium.I remained very still, letting myself be drenched by that sweet water.They call it body percussion. The perfect storm.Later, a cascade of coral voices, words of love.Soaked to the marrow with a strange fullness, I closed my eyes and let myself be caressed by those powerful female voices, powerful and sonorous; noble, honest. Like each one of those women from the Westwinds Women's Choir from my city of Calgary.The piece, All Together we are Love (*), by Katerina Gimón.Th...
The thermostat, by Leonor Henríquez
Leonor Henríquez

The thermostat, by Leonor Henríquez

leer en españolWhen I lived in latitudes where "the climate does not exist", it was not necessary.Here in the sub-arctic, that little box that lives discreetly in a corner is the fundamental nucleus of the house.Like a tiny brain, the thermostat controls, regulates and conserves the energy in the home for the well-being of its inhabitants.But the curious thing about this story is that, recently, I had to transform into one, yes, into a thermostat.I was commissioned with the task of writing a monologue from the point of view of a thermostat. What a prosaic assignment, I thought; me, the one that presumes to be deep and intense.The client needed a script for an advertising video that promoted what is now called “Smart homes”.I accepted the challenge.I think it's easier to write from the poin...
El termostato, por Leonor Henríquez
98b, Leonor Henríquez

El termostato, por Leonor Henríquez

read it in EnglishCuando vivía en latitudes donde “el clima no existe”, no hacía falta.Aquí en el subártico, esa pequeña cajita que vive discretamente en un rincón es el núcleo fundamental de la casa.Como un pequeñito cerebro, el termostato controla, regula y conserva la energía del hogar para el bienestar de sus habitantes.Pero lo curioso de esta historia es que, hace poco, me tocó transformarme en uno, sí en un termostato.En uno de esos “tigres” que, con placer a veces mato, me fue comisionado el trabajo de escribir un monólogo desde el punto de vista de un termostato. Habrase visto asignación más prosaica, pensé yo, la que presume de profunda e intensa.El cliente necesitaba un guión para un video publicitario que promovía eso que ahora llaman smart homes.Acepté el reto.Creo que es más f...
Decaffeinated coffee, by Leonor Henríquez
Leonor Henríquez

Decaffeinated coffee, by Leonor Henríquez

leer en españolMy British husband, and curiously a lover of coffee and not tea, used to say that drinking decaffeinated coffee was like listening to “silent music”.This thing about silent music seems to be a radical absurdity, but recently I experienced a fleeting episode that enlightened me, or rather lulled me to this concept with unusual eloquence.It happened in purgatory.That place of transit, where you are here and nowhere.An enclosure where the souls drag their heavy ballasts with little wheels. A collapsed space where one waits, with infinite patience for the turn to fly. A place only bearable because it houses the promise of Paradise. In my case Punta Cana.A noisy place.Yes, you guessed it, it is the airport, the best resemblance of purgatory here on earth.After waiting for many ho...