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Axel Capriles

Lolita en Irán, por Áxel Capriles M.
Axel Capriles, 220a

Lolita en Irán, por Áxel Capriles M.

 Me enteré del libro de Azar Nafisi, Leer Lolita en Teherán, a través de una lectura dramatizada en New York, por allá en el año 2004. Entendí el furor que la obra había causado en los Estados Unidos y por qué había permanecido en la lista de bestsellers del New York Times durante más de 100 semanas. El libro fue enseguida traducido a 32 idiomas. La obra narra la experiencia de la misma Nafisi durante su retorno a Irán en 1978, con la Revolución Islámica liderada por el ayatolá Ruhollah Jomeini, que derrocó al Sha Mohammad Reza Pahlavi. El hilo dramático gira en torno a las reuniones clandestinas de una profesora con 7 alumnas para leer los clásicos de la literatura mundial en inglés, libros prohibidos por la República Islámica. Obligadas por la revolución a usar el hiyab, las mujeres salí...
Gozar la playa, por Áxel Capriles M.
218a, Axel Capriles

Gozar la playa, por Áxel Capriles M.

El Homo sapiens tiene entre 300.000 y 200.000 años, pero solo hace unos doscientos aprendió a usar la playa y el mar como lugar de solaz y distracción. Hasta el siglo XIX, la estrecha franja donde termina la tierra frente al mar era considerada inhóspita, hiriente con su luz, una tierra árida, sin vegetación, llena de viento y sal. Todavía hasta principios del siglo XX, en muchos lugares de Europa, el hijo primogénito recibía en herencia las tierras del interior, con los sembradíos y la hacienda, y al benjamín o a los incapaces se les consolaba con las tierras menos valoradas que daban al mar. En relativamente poco tiempo, con el acelerado proceso de urbanización del litoral, los incapaces se encontraron, para su propia sorpresa, amasando fortunas.Antes de que en 1936 surgiera la novedad d...
Sonrisa de fotografía, por Áxel Capriles M.   
212a, Axel Capriles

Sonrisa de fotografía, por Áxel Capriles M.  

¡Ah, la alegría! Es un don. Qué agradable encontrarnos con personas sonrientes, animadas, llenas de júbilo y contento. La risa entusiasma, regocija. Refleja felicidad. Según los estudios sobre la expresión facial de las emociones, la sonrisa implica una combinación de alrededor de 15 músculos faciales. Los psicólogos contratados por los cuerpos de investigación judicial para detectar la veracidad o falsedad de las declaraciones de imputados y testigos se fundamenta, precisamente, en esa compleja sincronización muscular que ocurre en todas las expresiones faciales de los afectos y emociones. Cuando no se activan todos los músculos normalmente involucrados en la exteriorización de una emoción o hay contradicciones y forzamiento, es probable que la emoción sea fingida, una afectividad falsa. ...
Lo permanente, por Áxel Capriles M.
209a, Axel Capriles

Lo permanente, por Áxel Capriles M.

¿En dónde confluyen lo íntimo y las pequeñas celebraciones que más valoramos con lo que permanece y se resiste al tiempo, con lo que hemos aprendido y nos ha quedado como experiencia vivida? ¿En qué coincide la posibilidad de expresar lo que sentimos, lo que no tiene forma, con el duende que aparece repentinamente a través del cante jondo o con las minúsculas repeticiones de la vida cotidiana? Pareciera que la invitación a celebrar el cuarto aniversario de El Atril es ese punto de convergencia, porque al convidarnos a escribir sobre todo lo mencionado, la página web de la querida Luli Delgado se convierte en una especie de Aleph, como lo imaginó Jorge Luis Borges, el punto oculto en la parte subterránea de una casa que, al contener todos los demás puntos del universo, al ser absolutamente ...
La desconexión, por Áxel Capriles M.
203a, Axel Capriles

La desconexión, por Áxel Capriles M.

Cuando el pasado lunes 28 de abril España sufrió un apagón masivo sin precedentes que dejó sin electricidad a la mayor parte de la península ibérica, los españoles se enfrentaron a una madeja de sentimientos contradictorios. Si el temor hizo correr desesperadamente a muchos hacia los automercados para abastecerse de artículos de primera necesidad, algunos cayeron en alarmantes teorías conspirativas y otros, con motivaciones políticas, se sintieron airados por confrontar su identidad europea con una más íntima identidad tercermundista, también una enorme cantidad de personas se vio sorprendida por un extraño e inesperado gozo: el placer de estar incomunicados.No poder usar el teléfono móvil ni enviar mensajes por WhatsApp resultó liberador hasta para muchos de los más compulsivos usuarios d...
Invitación a la levedad, por Áxel Capriles M.
201a, Axel Capriles

Invitación a la levedad, por Áxel Capriles M.

https://atril.press/wp-content/uploads/2025/04/levedad.mp4 Hay conversaciones, personas, relaciones, que, sin explicación, se tornan pesadas. Discursos solemnes, aburridos, latosos. Circunstancias que, como el plomo de los cinturones con hebilla ovalada que usan los buzos, nos hunden bajo el agua. Hay, por el contrario, otras aproximaciones ligeras a la realidad, otras relaciones, de amor, de amistad, que nos sorprenden por su liviandad, por su ingravidez, palabras que con la delicadeza de un soplo elevan una pluma en el aire. La pesadez se confunde, frecuentemente, con la profundidad y la levedad con la superficialidad y la frivolidad. No es así. Según el autor checo, Milan Kundera, la vida, la política, las relaciones de pareja, revelan, inevitablemente, su pesadez, la angustia que...
Los lujos del 2025, por Áxel Capriles M.
184a, Axel Capriles

Los lujos del 2025, por Áxel Capriles M.

 ¿Qué es el lujo? Árabes y dubaitíes sobrevuelan en helicópteros los hoteles y restaurantes pomposos ubicados en el tope de los más elevados rascacielos del mundo y regalan a sus mujeres carteras Prada y joyas Van Cleef & Arpels que lucen en las residencias de marca Armani o Bulgari; los habitantes del Principado de Mónaco conviven con el ronquido de los Ferrari en los que los visitantes dan breves paseos hasta la glamorosa Plaza del Casino o el ronroneo de los motores de los yates de gran eslora Lürssen o Azimut Benetti que atraviesan la bahía; indios y pakistaníes hacen cola frente a la tienda Louis Vuitton de Champs-Élysées y los mexicanos esperan meses para comer en el ambiente palaciego del restaurante Le Meurice Alain Ducasse de París. Todos estos lujos, sin embargo, son el fasto...
Pequeños cambios III, por Áxel Capriles M.
181a, Axel Capriles

Pequeños cambios III, por Áxel Capriles M.

Los intrépidos hombres en sus máquinas voladoras es una divertida película británica de 1965 sobre una carrera aérea de Londres a París, en 1910. Describe con magnífico humor aquellos primeros años de la aviación cuando cualquier aventurero, quien quería y se atrevía, volaba sin demasiada preparación. Hacia el final de la película, creo recordar, uno de aquellos pioneros de la aviación, para quien volar representaba la libertad, queda marginado de su pasión porque, al poco tiempo, introdujeron la nueva regulación aeronáutica que exigía un papeleo burocrático y un examen para obtener la licencia de piloto, requisitos que el pionero, por orgullo, se negó a aceptar.Un bañista de esa misma época tampoco hubiera aceptado que le impidieran nadar en un hermoso mar azul profundo porque algún salva...
Pequeños cambios II, por Áxel Capriles M.
179a, Axel Capriles

Pequeños cambios II, por Áxel Capriles M.

“Sexagenario muere arrollado por un vehículo” hubiera podido ser el titular de una noticia destacada en la sección de sucesos de un periódico de hace décadas. Lo noticioso venía por la edad, más que por el tipo de accidente. Hoy en día, los familiares del sexagenario hubieran dicho: “qué joven murió”. En el siglo XVIII, solo alrededor del 6% de la población llegaba a los 60 años. En una sociedad como la europea en la que actualmente más del 22% de la población supera los 60 años y donde la esperanza de vida al nacer alcanza los 81 años, la vejez ha cambiado de significado. El arquetipo del senex ha mudado sus formas y sentido. La longevidad es un reto inusitado.Según un logrado estereotipo, la vejez era un estadio de la vida en el que las personas se liberaban del apetito y del deseo para ...
Los pequeños cambios, por Áxel Capriles M.
178a, Axel Capriles

Los pequeños cambios, por Áxel Capriles M.

 Hace algo más de un mes fui a una charla sobre La evolución de las ideas en la Fundación Ramón Areces, en Madrid. La charla lucía prometedora. Intervenían dos importantes intelectuales de la España actual: Fernando Savater y Andrés Trapiello. El evento, sin embargo, resultó decepcionante. El discurso de los dos oradores fue superficial y sólo enfocó la importancia de la flexibilidad para el cambio de ideas y cómo el apego a una sola idea implica cortedad de mente. Yo esperaba mucho más, un recuento multifocal de los principales cambios que marcan la evolución del ser humano y de la consciencia, las distintas maneras de ver el mundo que distinguen, por ejemplo, al hombre del siglo XXI de el del siglo XX. Dedicaré, por ello, este y los próximos escritos a breves comentarios sobre formas de ...
Viajes literarios, por Áxel Capriles M.
169b, Axel Capriles

Viajes literarios, por Áxel Capriles M.

 Tres lugares se disputan en Corfú, esa isla jónica sembrada de olivos y cipreses frente a la costa noroccidental de Grecia, haber sido el sitio donde la furia del dios Neptuno hizo naufragar a Ulises después de haber sido liberado por la ninfa Calipso. Los tres parajes, Kassopi, Paleópolis y Paleocastrizza, reclaman su encuentro desnudo con Nausica, la hija de Alcínoo, rey de los feacios, hombres amantes de los remos y a quienes les gustaba navegar por mares cubiertos de espuma.Algunos historiadores y periodistas, racionalistas en exceso, critican como sentimentalismo mítico esa necesidad de encontrarle historias a los lugares, referencias, por lo general, contradictorias e imprecisas o, muchas veces, hasta falsas. Ante ello, algunos poetas de la isla han protestado diciendo: “nos negamos...
La vida para ser narrada, por Áxel Capriles M.
158b, Axel Capriles

La vida para ser narrada, por Áxel Capriles M.

Desde muy pequeño viví lo que hoy podríamos llamar una disonancia cognoscitiva. Nacido en una familia culta de lectores empedernidos (mi padre solo valoraba al que leía), a mí me era muy difícil leer. Los libros se me hacían eternos, me costaba terminarlos, me quedaba dormido en el sofá. La Odisea, La Ilíada, Don Quijote de la Mancha, aún en versión infantil, representaron un esfuerzo descomunal, casi una ordalía. La Biblia la logré atravesar mediante una edición de dibujos animados. Y a pesar de que los libros de Julio Verne y Emilio Salgari me divertían y eran lo suficientemente breves como para soportar mi silábica lectura, recuerdo que yo era objeto de broma cuando en casa decían que leer Dos años de vacaciones de Julio Verne me había tomado dos años. A los 8 o 9 años, la obra de A.J. ...