El simplismo,
por Soledad Morillo Belloso
La mente humana, en su infinita capacidad de asombro y análisis, enfrenta una amenaza insidiosa: el simplismo. No es solo un modo de pensar, es una tentación, un atajo mental que promete claridad a costa de profundidad.
El simplismo convierte el pensamiento en fórmulas. Nos seduce con respuestas fáciles, con certezas que no admiten matices. Nos dice que la historia se divide en buenos y malos, que los problemas tienen soluciones obvias, que la vida cabe en una consigna. Es cómodo, sí. Pero el mundo no es cómodo. Es complejo, caótico, contradictorio.
Pensar exige valentía. Obliga a aceptar la incertidumbre, a convivir con la duda, a reconocer que muchas preguntas no tienen respuestas únicas. A veces nos deja sin terreno firme, sin convicciones absolutas. Pero también nos hace libres....