Patines, rifles y culpa, por Getulio Bastardo
En mi época de niño jugábamos al escondite y a policías y ladrones. Una variante de este juego era el de vaqueros buenos contra bandidos, ambos a caballo montados en sendos palos de escoba y pistolas de madera. Las pistolas de papelillo vinieron después.
Más grandecitos, ya montábamos en patines de metal con cuatro ruedas, dos delante y dos detrás. Había dos marcas de patines, los Union y los Winchester. Estos últimos de mejor calidad y más pulidos o relucientes; por supuesto más caros.
Mi primer par de patines fue obra del azar. Nos mudamos a una casa de esas que tienen patio trasero o corral, como también le decían. En ese lugar, conseguí una caja de cartón llena de grama seca y hurgando en esa paja, ¡oh sorpresa! Había un par de patines escondidos. Supongo que algún padre sobre pr...