Gente que Cuenta

Bien por bien,
por Victorino Muñoz

puerta y llave Atril press
“Emprendí veloz carrera. Aún estaba a unas pocas cuadras y, gracias a eso, en unos segundos llegué…”
Fuente: https://stockcake.com/

Hace unos días, un domingo en la mañana para ser exactos, salí de mi casa con el propósito de ejercitar un poco subiendo el cerro. Tomé mi envase para el agua. Aproveché de sacar unas bolsas de basura.

Llegando a la avenida cercana noté que de un negocio salía mucha agua, por debajo de la puerta. Al parecer se había roto una tubería o algo. No conozco a los dueños; sin embargo, viendo que en la fachada estaba el número de teléfono, llamé y les notifiqué la situación. Me agradecieron mucho y dijeron que irían.

Al momento de guardar el teléfono en el bolsito (de esos que aquí llamamos koala y en otras partes riñonera), noté que no tenía la llave. Al instante pensé que podía haberla dejado pegada en la puerta de entrada de mi casa, en la confusión con todas las cosas que debía agarrar.

Emprendí veloz carrera. Aún estaba a unas pocas cuadras y, gracias a eso, en unos segundos llegué. En efecto, la llave se encontraba aún en la cerradura. Por suerte, por la hora temprana de la mañana, el hecho de ser domingo y estar la calle aún solitaria, no había pasado un amigo de lo ajeno, que pudiera tomarla e intentar entrar a ver si sustraía algo de valor, aunque tampoco hay mucho.

Recuperé la llave, junto con el aliento. Me prometí ser más cuidadoso y atento las próximas veces. Al instante pensé o me pregunté, retóricamente: si no me hubiera detenido a llamar a las personas cuyo local se estaba inundando… Habría seguido de largo, me habría ido al cerro, habría pasado varias horas y regresado más tarde… Quién sabe qué hubiera pasado con mi llave y con mi casa…

No quiero presumir de ser un santo o algo por estilo. Me detuve a hacer un bien a alguien, aunque no fuera una persona conocida, como señalé, porque perfectamente podía y estaba a mi alcance, ya que era solo una llamada telefónica de un minuto. Y luego un susto y una carrera.

Hacer el bien sin mirar a quién, nos recomiendan siempre. Fue lo que intenté. No siempre espera uno la compensación ni recibe algo a cambio de lo que da. A veces ocurre. Y muy rara vez pasa lo que a mí. Fue casi un milagro instantáneo, diría yo. Son cosas que dan en qué pensar, pero todavía no sé qué decir. En cuanto se me ocurra algo, les contaré.

Captura de Tela 2022 03 16 às 15.41.44
Victorino Muñoz valenciano, autor de "Olímpicos e integrados", ganador del Concurso de Narrativa Salvador Garmendia del año 2012 y "Página Roja", publicado en la colección Orlando Araujo en el año 2017. rvictorino27@hotmail.com Twitter:@soyvictorinox Foto Geczain Tovar
16

Compartir en

    ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!